Tengo un monstruo conmigo
entre piel y garganta
el bicho respira
mis sueños,
se ríe de mis zapatos.
Cuando despierta
lo ahogo con versos y
lo subo a los espacios.
Este mi monstruo herido
enturbia con rugidos
mi insensatez.
Mi engendro alertargado!
Mi fierecilla impotente!
Vive y crece en ese estupor.
Y soy yo la que me espanto
con cada,
su despertar.
Por SRM